13/11/2022
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Evaluando las perspectivas de la economía del Brasil en 2023, para Douglas Carvalho, Consultor Senior de Target Advisor, empresa especializada en Finanzas Corporativas, lo que debemos esperar de la economía en el próximo gobierno es mantener los planes en marcha. Pero, según él, el sector servicios debería sufrir la inestabilidad del primer trimestre.
Para Douglas Carvalho, un experto con 12 años en el mercado financiero, Consultor Senior de Target Advisor, empresa especializada en Consultoría Financiera, Reestructuración de Empresas y Recuperación Judicial, Fusiones y Adquisiciones, Valuación y Finanzas Corporativas, la tónica de inicio del año 2023 debe ser la incertidumbre.
“Pese a la inestabilidad del momento, es importante que el nuevo gobierno empiece, desde ahora, a pasar una tendencia de permanencia de las políticas económicas”, enfatiza.
Para él, las inversiones extranjeras deben permanecer, independientemente del cambio de gobierno porque Brasil es “un país continental, tercero en el mundo en producción de alimentos, carne, el mayor activo educativo, uno de los mejores en salud, eso seguirá influyendo”.
“La única cosa que podría influenciar, pero no creo que suceda, sería la tributación de commodities, de productos básicos, como el acero y la soja, en un intento de ayudar a la industria nacional”, considera.
Douglas recuerda que “2022 muestra números mucho mejores que 2019, es decir, logramos ‘vencer’ las sombras de la pandemia, y la propia Petrobras, incluso después de los resultados electorales, reportó una ganancia gigantesca. Eso demuestra que el país está creciendo y que la tendencia del nuevo gobierno debe ser mantener ese crecimiento”.
Aun así, refuerza el empresario, la inseguridad será grande, al menos en el primer trimestre del año y quienes deben sufrir esto son los proveedores de servicios.
“Las empresas deben priorizar el crecimiento de caja y esperar hasta después del Carnaval para volver a invertir”, explica.
Para él, lo más importante para la confianza de los inversionistas en el país y para que las empresas sigan prosperando es el mantenimiento del dólar y la negación de cualquier gran aventura económica.
“No creo que el nuevo equipo de gobierno haga grandes cambios, incluso para evitar el calor de la opinión pública. Sin embargo, cierta cautela nunca le hace daño a nadie”, concluye.
